martes, 19 de julio de 2011

Que viene el lobo...


...vino, y se lo comió.
Por eso hay que decir la verdad. Al menos una vez. Para que te crean.
La mentira es el arma más poderosa que tenemos, y como toda arma, hay que saber usarla.
Toda base de una gran mentira se basa en cuanto de ella, se van a creer los demas. Y solo alguien lo creerá, si confía en ti. Si puede obtener algo fiable, algo creible. Si lo tiene, el resto es sencillo.
Susodicha persona elaborará su historia utilizando como apoyo la verdad que dijiste, creando asi la piramide de tu imagen social. Tristemente sería asi: un montón de pequeñas mentiras sobre tí, encima de la gran verdad, de manera que la sujeción sería resistente y creible.
Ahora es cuando explico como NO hay que hacerlo: sin base real. Es decir, si no tienes tus cimientos de verdad en la pirámide, se desmoronará, y caerá la gran mentita de tu ser, creada estupidamente mal, por ti mismo.
La cuestión es que la vida no es una lugar de arco iris, y animalitos de colores, es la cruda y fria realidad, donde cada persona muestra al mundo su pirámide, con parte de mentira y parte de verdad, y el curso de la vida es hacer girar tu pirámide si que nadie sepa, cual es tu base, y cual es tu cima.