sábado, 17 de diciembre de 2011

No somos piedras



No se tú, pero yo no soy una piedra y no me rebotan las cosas que me dices.

Y si lo fuera, estarías intentando romper una roca, algo inútil y estúpido.

Pero como todas las rocas, tendría mi punto débil: ese lugar que tocas, y la roca se rompe. De verdad estás buscando ese punto? Porque, sabes? Lo vas a encontrar, es más, dudo que no sepas cual es.


Entonces la pregunta que me hago es: Que pretendes? Asustarme? Dejarme claro que si pudieras me romperías? Pues sabes qué? Hazlo. Toca ese punto, y rómpeme. Sé que sabré repararme. Pero no tienes ni idea de lo que me dolería si lo hicieses.

Porque cuando sabemos el punto de rotura de las personas que nos rodean, es que las conocemos, y que incluso las queremos. Y yo jamás rompería a alguien que quiero. Pero recuerda que no soy una roca, y nadie lo es, y que quizás es mucho más difícil de reparar, el daño, que parece que quieres causar.