jueves, 28 de junio de 2012
Mi problema de 2 metros
Hoy me han dicho que tengo un problema de 2 metros.
Pero el verdadero problema es que yo nunca lo había considerado como tal.
Nunca había sido un problema para mi.
Nunca había querido que fuese un problema para mi.
Nunca. Hasta ahora.
Nunca has pensado que antes de dejar de hablar con alguien por completo preferirías...
El que? Que preferirías? Lo sabes? Porque yo no. Es más, no tengo ni las mas remota idea.
Me gustaría tener respuesta y solución para todo, pero a veces tu problema de 2 metros no te deja ver más allá, y entonces es el momento de decidir que hacer con el.
Pero el verdadero problema es que yo nunca lo había considerado como tal.
Nunca había sido un problema para mi.
Nunca había querido que fuese un problema para mi.
Nunca. Hasta ahora.
Nunca has pensado que antes de dejar de hablar con alguien por completo preferirías...
El que? Que preferirías? Lo sabes? Porque yo no. Es más, no tengo ni las mas remota idea.
Me gustaría tener respuesta y solución para todo, pero a veces tu problema de 2 metros no te deja ver más allá, y entonces es el momento de decidir que hacer con el.
domingo, 24 de junio de 2012
De forma completa
Jugamos con la esperanza de ganar a un juego en el que el juez somos nosotros mismos. Por lo que somos quienes decidimos si ganamos o perdemos.
La mayoría de veces sabemos como va a concluir el juego, pero nos engañamos por el placer de jugar. Nos hacemos los tontos para poder seguir jugando un poquito mas. Y siempre creemos que ese poquito mas nos va a salvar de perder.
¿Por qué aun sabiendo que el juego ha terminado, y que hemos perdido, seguimos intentando volver al juego? ¿Existe eso de retirarse a tiempo? ¿Puedes retirarte y volver? ¿Puedes retirarte de forma completa?
Creo que no sabemos terminar. No sabemos como acabar. Porque siempre hay un perdedor y un ganador, y confiando y manteniendo la fe en la humanidad diré, que nadie quiere ver a una persona perder.
sábado, 23 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
La teoría del pan
Sam es un cocker spaniel color beige con un tendencia y gusto por cualquier alimento que pueda ingerir. Aunque, como perro que es, se limita a pedir pan. Que le hes dado prácticamente siempre que lo pide. En la hora de la comida o de la cena.
Aunque a Sam le guste el pan, cuando en la comida se sirven otras cosas como puede ser carne, fruta o verduras, pide con mucha más insistencia estos alimentos, y al ser un perrito tan mimado, se le beneficia con aquello que pide.
Una vez ha probado que estos alimentos son mejores, por mucho que insista el amo, Sam, ya no quiere mas pan, porque sabe y ha comprobado que hay algo que le pueden ofrecer que es mejor que el pan.
Los humanos, no somos tan diferentes a Sam. Una vez que nos ofrecen algo más de aquello que teníamos, no nos conformaremos con lo mínimo, porque sabemos que hay más, y que ese más, nos gusta demasiado.
domingo, 3 de junio de 2012
Teoría del anzuelo.
Siempre nos gusta tener a alguien en el anzuelo.
¿No te ha pasado nunca que sabes que alguien está por ti pero no haces nada para que esa persona deje de hacerse ilusiones?
Es un impacto de autoestima que te estalla. Sabes que esa persona haría lo que fuera por ti. Y de alguna manera te sientes como si tuvieras un esclavo a tus pies, que te adora y adora lo que haces. Como si estuvieses en en la edad media y fueses su amo, o al menos el amo de su corazón.
Si, se lo que estáis pensando, que ahora es cuando toca que explique el enfoque desde el otro lado. Desde el lado del esclavo, del enamorado, del ciego que solo tiene ojos para esa persona.
Porque este, sin dudad alguna, es el lado triste de la historia. Cuando eres tu la persona que suspira por otra, y sin embargo, no eres correspondida. Pero aun así, te arrastrarías a sus pies por una simple mirada suya.
Dicen, que para que la balanza del mundo del amor esté equilibrada, debe existir gente dentro del anzuelo, y gente que mueva ese anzuelo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)