lunes, 28 de enero de 2013
Las piedras de mi vida.
Y a pesar de lo vivido, a pesar de lo aprendido, seguimos cometiendo la misma clase de errores, como si tropezar con una piedra no fuese lo suficiente doloroso como para encontrarse con mil piedras iguales mas, y tropezar de la misma manera con todas ellas. Tenemos esa estúpida afición de encontrar atractiva la piedra, o quizás sea el modo en que caemos. Una vez has caído ya sabes como levantarte, y piensas que porque habría que aprender otra manera de subir de nuevo, cuando ya sabes hacerlo de tu manera.
Pero aunque sepas como levantarte y resurgir de tus cenizas, eso no evita que suceda exactamente eso, que cada vez que te tropiezas, te conviertes en cenizas, unas que ya conoces, pero al fin y al cabo, cenizas.
¿Por qué ese intento obsesivo de gustar a las piedras cuando ellas solo tienen la intención de hacerme caer?
Puedo cambiar de parecer? Puedo decidir que es lo que me va a gustar de ahora en adelante? o seguiré cayendo una y otra vez con las mismas piedras de siempre?
Me gustaría creer que es posible cambiar tu manera de ver el mundo, tu manera de buscar, quizás la respuesta sea que debería dejar de buscar, y que por una vez, me encontrasen a mi.
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besitos con sabor a lacasitos