Egoismo es lo que oigo yo.
No puedo negarte nada. Así que no me lo pidas. No voy a perdirte que te vayas. Pero sabes que deberías.
Me duele decir esto: pero quédate, o vete.
No podré soportar fugaces reencuentros de felicidad fingida. Porque me matan. Y lo ves, siempre lo has visto. Y te duele tanto como a mi. Te apartas, y vuelta a empezar.
Cuando estás tú no puedo mirar más allá, y no quiero estar sola. Me bloqueas la visión de aquello que quiero, porque te encuentras en lugar preferente, y no me dejas ver.
Se me hace difícil continuar, y vivir debería ser fácil, algo que pasa, no algo que haces que pase.
Sabes que soy fuerte. Sabemos que hay algo. Que siempre habrá algo, que siempre pudo haber algo. Pero no me pidas más, no me pidas y pares, porque siempre estoy dispuesta a dar más, y no es justo.
Porque por ahora esto no es sencillo, para nadie. Parece que todo va genial. Superficialmente. Somos de guión, decimos lo que debemos decir. Pero sabemos que si dijeramos lo que querríamos decir, todo hubiera acabado.
Y no me duele, me mata decir esto, pero: si me quieres, o si algo te importo: vete.
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besitos con sabor a lacasitos