Hablaban como siempre. En su sitio de siempre. Mirándose como siempre. Había cambiado todo tanto y se notaba tan poco cuando volvían a encontrarse que parecía irreal.
En ese sofá se paraba el tiempo, y hasta la conversación más estúpida acababa en preguntas cuyas respuestas, ni sabían, ni querían saber.
"Voy a llevarte a comer langosta"- dijo él.
"¿A la realidad?"- respondió ella dejando notar un tono cínico e irónico.
"¿Que donde estamos?- preguntó él.
"Fuera." concluyó, no sin mostrar una tristeza propia de aquella casa.
Entonces él la cogió de la mano y le dijo "Ven", mientras la llevaba a la terraza donde el sol quemaba ya sus últimos rayos. La cogió de la cintura con una mano, y con la otra sujetó su mano mientras señalaba a la gente de la calle.
"Anda, que es eso? Es la realidad!"- dijo tras ella.
Sólo hacían falta unas pocas palabras para que ella llorara, y él lo sabia. La abrazó y susurró: "Solo es real, lo que tu quieres que sea real."
domingo, 14 de julio de 2013
lunes, 1 de julio de 2013
Duelo de titanes
No hemos hecho nada más que llegar a un punto de la partida donde ninguno de los dos sabe que carta sacar, que movimiento hacer o que respuesta dar.
Nunca fuimos de preguntas. Nunca fuiste de respuestas.
Nuestro juego se nos da bien cuando no es con nosotros con quien jugamos. Ya no hay nada que no sepamos contrarrestar, no hay ganador en un duelo de titanes, porque eso somos, los reyes de la partida infinita, de un juego que aprendimos el uno con el otro. Un juego del que no salimos con vida.
E incluso sacando nuestras mejores armas nos vence la atmósfera que ambos creamos hace ya tanto tiempo. ¿No te das cuenta? Nos anulamos. Nos quedamos a 0. Nuestras tonterías del exterior no sirven aquí. Ya no hay corazas, ya no hay barreras, ya no hay mentiras.
¿Hasta cuando vamos a mentirnos para empezar a buscar una solución? Si tu no lo sabes y yo no lo sé, deberemos saberlo, juntos.
Nunca fuimos de preguntas. Nunca fuiste de respuestas.
Nuestro juego se nos da bien cuando no es con nosotros con quien jugamos. Ya no hay nada que no sepamos contrarrestar, no hay ganador en un duelo de titanes, porque eso somos, los reyes de la partida infinita, de un juego que aprendimos el uno con el otro. Un juego del que no salimos con vida.
E incluso sacando nuestras mejores armas nos vence la atmósfera que ambos creamos hace ya tanto tiempo. ¿No te das cuenta? Nos anulamos. Nos quedamos a 0. Nuestras tonterías del exterior no sirven aquí. Ya no hay corazas, ya no hay barreras, ya no hay mentiras.
¿Hasta cuando vamos a mentirnos para empezar a buscar una solución? Si tu no lo sabes y yo no lo sé, deberemos saberlo, juntos.
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