martes, 11 de marzo de 2014

Sabiduría


Suelen pasar las 3 de la mañana cuando vuelvo del supuesto sitio en el que he estado. Unos 20 minutos en coche. Aunque son más de 20 minutos los que tardo en reflexionar porqué he elegido vivir la misma historia inacabada de siempre. Inacabada porque nunca termina, y porque en realidad, nunca fue empezada.

Es como si viajaras por unas vías que siguen el mismo camino de siempre. La misma ruta. La mismas paradas. Y a medida que avanzas ves como hay otras salidas que no puedes coger, porque tu tren no tiene esa posibilidad, y tampoco puedes quejarte, porque tu has elegido ese tren.

Y entonces te planteas si el problema son las vías, o es que tu sabiduría falló, cuando elegiste ese tren.

Pero si miras la fotografía te das cuenta de que las vías, siempre pueden cambiar la dirección del tren, y que si sabes por donde ir, sabrás acabar a donde quieres llegar.