jueves, 31 de enero de 2013

Acelera.


Parpadea una vez. Parpadea otra. Pero no para. Ella sigue, con la convicción de que puede llegar a mas, de que puede abarcar más, de que si pasa 2 semáforos en ámbar, también puede con el tercero. Acelerando consigue lo que quiere, creer que es libre, que por un segundo ella manda, pone sus propias reglas, rompe sus propias reglas.
Pero entonces llega algo que la frena, el cuarto semáforo, el que pilla en rojo, el que la hace parar, el que le hace darse cuenta toda la mentira que es la idea de libertad, ya que por muchos semáforos en ámbar que pases, siempre te acabará frenando un semáforo en rojo.

...y porqué no quiero parar? que significa realmente parar? Pararse, esperar. Esperar a que se ponga en verde. Esperar...te. Porque los semáforos fueron algo nuestro. Y nos lo han quitado. Y ya no quiero semáforos sin ti.

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besitos con sabor a lacasitos