lunes, 7 de enero de 2013

El hecho de haber dado.


Hay que dar lo que te dan. Es como un intercambio. Das y recibes. No me malinterpretéis, no hay que dar esperando una recompensa, pero tienes que saber lo que das y a quien, y si realmente merece la pena darlo. Porque sino, llegará un momento en que si has dado demasiado, y no has sido correspondido, te quedes sin nada, y nadie quiere quedarse sin nada.
Pero que pasa cuando quieres dar a quien no te da nada? Y si te convences de que dando, esa persona te dará también? Esas cosas pasan? Y si cegado por la sentimentalidad humana no ves que das y no te dan nada? Como lograr ver? Como aceptar una causa perdida si no la puedes ver? O peor aun, saber que es una causa perdida pero ser incapaz de desistir en tu empeño.
Entonces es el momento de decidir que persona quieres ser. Después de todos los golpes que da la vida, de todas esas personas que no te han dado nada, puedes decidir rendirte, dejar de dar, simplemente por el hecho de que estás cansado de perder. O por el contrario, puedes aceptar el hecho de que no todo el mundo te va a dar cuando tu des, pero que aun así, la recompensa no sería ese algo que nos habrían dado, sino, el hecho de haber dado. No pienses en lo que te van a dar, sino, en lo que te proporciona dar a esas personas, lo que les quieres dar.

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besitos con sabor a lacasitos